miércoles, 16 de febrero de 2011


EL SÍDROME DE STENDHAL

En 1979 la psiquiatra italiana Graziella Magherini publicó un libro titulado El síndrome de Stendhal. Tras estudiar las reacciones psicológicas y físicas de cientos de turistas ante la apreciación de la belleza de ciertas obras de arte en la ciudad de Florencia, Margherini observó que, en más de cien casos, éstos sufrieron palpitaciones, mareos, confusión, vértigos e incluso alucinaciones.

La incorporación del escritor francés Stendhal (1783-1842) en la designación de este síndrome proviene de la reacción que el propio narrador describe en su obra Nápoles y Florencia: un viaje de Milán a Reggio (1817). Stendhal cuenta en primera persona cómo su fisiología se altera tras la visita a la iglesia de la Santa Croce, en Florencia: “Había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme”.

Así, tomando como origen esta descripción, la psiquiatra Magherini establece la relación de síntomas que los observadores más sensibles y apasionados pueden sufrir ante la descomunal belleza que asalta al viajero en sus paseos por Florencia y, por ende, por muchos rincones de Italia. En Roma no nos faltarán obras de arte ante las que experimentar estas sensaciones. Ya sabéis, la combinación belleza-sensibilidad-pasión puede producir una alteración física al viajero dispuesto a dejarse cautivar por el arte. Si os sucede, habréis padecido el síndrome de Stendhal.

2 comentarios:

  1. Carmen, debo reconocer que en Roma tuve sensaciones parecidas!

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  2. Siempre que se hace alusión al síndorme de Stendhal me acuerdo de lo que sentí con 18 años, cuando paseé por primera vez sola por Paris, durante todo un fin de semana. Al llegar a Sevilla se lo conté a mi madre y me dijo: "eso es el síndrome de Stendhal". Y me contó la historia.

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