sábado, 19 de febrero de 2011

La lozana andaluza, obra del renacimiento español ambientada en Roma.

Aquí os dejo un enlace para que conocáis algo sobre La lozana andaluza, obra del Renacimiento español publicada en Venecia en 1528 y ambientada en Roma. Su autor, Francisco Delicado, tuvo que huir de la cudad debido al fuerte sentimiento antiespañol que el episodio del Saco de Roma (última entrada de este blog) provocó entre sus habitantes. La obra se inserta dentro del género de la novela picaresca, al tiempo que es evidente heredera de La Celestina, publicada por Fernando de Rojas en 1499. En ella se retrata la vida de los barrios bajos de Roma y el nombre de su protagonista, la prostituta Aldonza, es el que, para el lector cultivado, impregna de una fuerte carga burlesca al personaje de Dulcinea del Toboso, amada de don Quijote. Tras dotarla el protagonista del rimbombante nombre citado, el narrador nos descubre su verdadera identidad: es Aldonza Lorenzo, mujer del pueblo vecino. El guiño literario (el oficio de Aldonza no se menciona pero se sobreentiende) es evidente para quien ha leído la obra de Delicado.

Para más información: http://es.wikipedia.org/wiki/La_lozana_andaluza

Las tropas del rey de España siembran el caos: El Saco de Roma.

El 6 de mayo de 1527, un acontecimiento inaudito ocurrió en Roma. Las tropas del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (algo similar a la Alemania actual), Carlos V, que a su vez era rey de España como Carlos I, invadieron y destrozaron Roma de manera salvaje.

Clemente VII - Retrato de Sebastiano del Piombo
Carlos V- Retrato de
Tiziano
-Contextualización: El episodio se inserta dentro del conflicto armado que tuvo lugar entre el Sacro Imperio Romano Germánico y la Liga de Cognac (una alianza entre los Estados Vaticanos, Francia y las repúblicas de Milán, Florencia y Venecia). Esta liga fue promocionada por el papa Clemente VII para evitar el dominio de Carlos V en la península de Italia. Durante la guerra, tras obtener el control del norte de Italia (con la conquista de Milán), el ejército imperial (formado por diez mil españoles y otros tantos alemanes), al que no habían pagado su sueldo, fuerza a sus mandos a dirigirse hacia el sur, con el objetivo de obtener botín de guerra. En su marcha ocuparon y saquearon ciudades como Viterbo o Acquapendente.

Aquí se refugió el Papa.
- El Saco: El 5 de mayo de 1527, las tropas imperiales llegaron a las puertas de Roma, comenzando el asalto al día siguiente. Tras morir el mando del ejército, el duque Carlos III de Borbón, en plena batalla, los soldados se vieron libres para saciar su sed de riquezas, comenzando el saqueo sistemático de iglesias, palacios y casas de la ciudad. Gracias a la Guardia Suiza, escolta del Papa, que fue masacrada en la escalinata de acceso de la basílica de San Pedro del Vaticano, Clemente VII pudo escapar por un pasillo secreto desde allí hasta el Castillo del Santo Ángel, quedando allí detenido por un mes (hasta el 6 de junio no se rindió y aceptó pagar su rescate).

- Repercusiones: Europa entera quedó conmocionada por estos brutales actos, que tuvieron diversas consecuencias:
Guardia Suiza
- Carlos V: Se mostró disgustado por los acontecimientos, presentando disculpas al Papa y vistiéndose de luto por un tiempo. No en vano, los reyes de España poseían el título de reyes católicos desde tiempo de sus abuelos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla (conocidos, precisamente con ese apelativo).
- Clemente VII: Desde ese momento, se cuidó molestar con sus decisiones a Carlos, por miedo a represalias.
- En el mundo del arte: A partir de este momento, Roma deja a ser centro del Renacimiento, pues la temática y las maneras se cambiaron. La mentalidad de la ciudad se volvió mucho más fatalista y menos libertina (de ahí que Miguel Ángel representara el Juicio Final en la Capilla Sixtina).
 - Hoy día, los nuevos miembros de la Guardia Suiza, juran sus cargos el 6 de mayo, en conmemoración por la matanza

jueves, 17 de febrero de 2011

DICKENS EN ROMA


Charles Dickens visitó Italia entre 1844 y 1845. Viajó con su familia y permaneció en Roma durante el carnaval y la Semana Santa. En 1846 publicó Estampas de Italia, donde describió sus impresiones del viaje.

Muchos de vosotros estáis leyendo ahora Great Expectations en una versión adaptada a nuestro nivel de 4º de ESO, así que este autor ya os debe sonar. También sabéis lo mucho que he declarado mi admiración por él durante las clases que dedicamos a la lectura de su novela, así que no he podido resistirme a incluir en nuestro blog algunos de los párrafos de Estampas de Italia en los que Dickens cuenta su experiencia ante monumentos que nosotros mismos veremos pronto en Roma. Os los dejo en inglés para que veáis que, poco a poco, vamos aprendiendo. También para que comprobéis lo apasionado que este escritor era en su manera de describir lo que le conmovía. Quizá sufrió él mismo el síndrome de Stendhal…

Sobre la Catedral de San Pedro del Vaticano, escribe:

“It looked immense in the distance, but distinctly and decidedly small, by comparison, on a near approach. The beauty of the Piazza, on which it stands, with its clusters of exquisite columns and its gushing fountains - so fresh, so broad, and free, and beautiful - nothing can exaggerate. The first burst of the interior, in all its expansive majesty and glory: and, most of all, the looking up into the Dome: is a sensation never to be forgotten.”

Esta es la impresión que le causa la vista del Coliseo al atardecer:

"It is no fiction, but plain, sober, honest Truth, to say: so suggestive and distinct is it at this hour that, for a moment - actually in passing in - they who will, may have the whole great pile before them, as it used to be, with thousands of eager faces staring down into the arena, and such a whirl of strife, and blood, and dust going on there, as no language can describe. Its solitude, its awful beauty, and its utter desolation, strike upon the stranger the next moment, like a softened sorrow; and never in his life, perhaps, will he be so moved and overcome by any sight, not immediately connected with his own affections and afflictions.”

Quizá también os apetezca escribir vuestras impresiones de Roma a la vuelta de nuestro viaje. Os animo a ello, ¡especialmente si os atrevéis a intentarlo en inglés!

miércoles, 16 de febrero de 2011


EL SÍDROME DE STENDHAL

En 1979 la psiquiatra italiana Graziella Magherini publicó un libro titulado El síndrome de Stendhal. Tras estudiar las reacciones psicológicas y físicas de cientos de turistas ante la apreciación de la belleza de ciertas obras de arte en la ciudad de Florencia, Margherini observó que, en más de cien casos, éstos sufrieron palpitaciones, mareos, confusión, vértigos e incluso alucinaciones.

La incorporación del escritor francés Stendhal (1783-1842) en la designación de este síndrome proviene de la reacción que el propio narrador describe en su obra Nápoles y Florencia: un viaje de Milán a Reggio (1817). Stendhal cuenta en primera persona cómo su fisiología se altera tras la visita a la iglesia de la Santa Croce, en Florencia: “Había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme”.

Así, tomando como origen esta descripción, la psiquiatra Magherini establece la relación de síntomas que los observadores más sensibles y apasionados pueden sufrir ante la descomunal belleza que asalta al viajero en sus paseos por Florencia y, por ende, por muchos rincones de Italia. En Roma no nos faltarán obras de arte ante las que experimentar estas sensaciones. Ya sabéis, la combinación belleza-sensibilidad-pasión puede producir una alteración física al viajero dispuesto a dejarse cautivar por el arte. Si os sucede, habréis padecido el síndrome de Stendhal.

martes, 15 de febrero de 2011

La cripta de los Capuchinos de Roma


La Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, es una reforma de la orden franciscana, producida en 1528, con el fin de tener una vida más contemplativa y espiritual. Uno de los conventos de esta orden, se sitúa en la Via Vitorio Venetto de Roma. Su iglesia, del siglo XVII y dedicada a la Inmaculada Concepción, no tiene especial valor artístico. Sin embargo, su cripta aledaña llama poderosamente la atención, ya que forma uno de los espacios más macabros existentes en el mundo.











Dicho espacio se divide en varias estancias: Las criptas de la Resurrección, de la Misa, de las Calaveras, de las Caderas, de las tibias y peronés, y de los tres esqueletos. Y sí, sus motivos decorativos son verdaderos huesos humanos, procedentes de unos cuatro mil esqueletos, según dicen. Fue realizada entre los años 1631 y 1870, y su temática es, parece obvia, la muerte, la fugacidad de la vida, "leit motiv" muy propio del barroco.


No está puesta en el itinerario, por lo que no creo que la visitemos. No obstante, si hay bastantes de vosotros con interés, quizás se pueda organizar una excursión, dividiéndonos en dos grupos.

Nota: Para ver las fotografías más grandes, pinchad sobre ellas.

Bernini, Garcilaso y el mito de Apolo y Dafne

Garcilaso de la Vega es uno de los mejores poetas de nuestra literatura, un gran autor del Renacimiento español (S.XVI) inspirado, como todos sabéis, en el Renacimiento italiano (S.XV y S.XVI).
El Renacimiento fue una etapa de la historia de las artes caracterizada por la recuperación los temas, el estilo y los principios filosóficos de la cultura clásica de Grecia y Roma. Se inserta dentro del movimiento ideológico del Humanismo, que llevó a pintores, escultores, arquitectos, músicos, escritores y pensadores a volver la mirada hacia los más destacados artistas y filósofos de la Antigüedad griega y romana, como Ovidio (Metamorfosis, Ars amandi), Homero (Ilíada, Odisea), Virgilio (Eneida, Bucólicas), Fidias (Partenón), Platón (mito de La caverna, La República)... El Quattrocento (cuyo centro fue Florencia) y el Cinquecento (Roma) italianos, como veremos, están plagados de referencias clásicas, muchas de las cuales podéis ya empezar a disfrutar a través de numerosos enlaces de este blog.
Garcilaso de la Vega
Pero volvamos a la figura de Garcilaso y veamos cómo su poesía está en estrecha relación con la obra de Miguel Ángel, Rafael, Leonardo o Bernini. Ya sabréis que las diferentes artes (pintura, escultura, música, literatura...) están y han estado siempre interrelacionadas. Al mismo tiempo, todas y cada una de las obras de arte son, en parte, manifestación o producto de una determinada etapa o momento histórico, y se hacen eco de él, poniendo de manifiesto sus características más relevantes. Ejemplo de todo ello es el modo en que Garcilaso y Bernini, cada uno a su manera, recrean el conocido mito griego de Apolo y Dafne, narrado con genial maestría por Ovidio (43 a.C) en su Metamorfosis . La escultura podremos admirarla el día 28, el primero de nuestro recorrido. El soneto, os lo dejo aquí, para que podáis leerlo ya.

Apolo y Dafne

Garcilaso de la Vega

(1501-1536) Soneto XIII A Dafne ya los brazos le crecían y en luengos ramos vueltos se mostraban; en verdes hojas vi que se tornaban los cabellos que el oro escurecían; de áspera corteza se cubrían 5 los tiernos miembros que aun bullendo estaban; los blancos pies en tierra se hincaban y en torcidas raíces se volvían. Aquel que fue la causa de tal daño, a fuerza de llorar, crecer hacía 10 este árbol, que con lágrimas regaba. ¡Oh miserable estado, oh mal tamaño, que con llorarla crezca cada día la causa y la razón por que lloraba!

lunes, 14 de febrero de 2011

Los gladiadores.

Gladius romano
Los gladiadores son personas que luchaban en los anfiteatros romanos con otro gladiador o algún animal. El origen de la palabra "gladiador" procede, al parecer de "gladius", un tipo de espada que usaban los habitantes de la Península Ibérica y que fue conocida por los romanos en su lucha contra Aníbal Barca durante la Segunda Guerra Púnica (218 a.C.-201 a.C.). Adaptadas, fueron una de las armas de las legiones romanas.

En cuanto al principio de los combates entre gladiadores, según algunos historiadores, hay que buscarlos en rituales funerarios etruscos(1), relacionados con el culto al dios Saturno(2). Los cónsules y hermanos Marco y Décimo Junio Pera, ofrecieron los primeros juegos del gladiadores en Roma en el año 264 a.C., según informa Tito Livio. Desde entonces, este tipo de combates enfervorizaron a la plebe romana, creándose enormes recintos para albergarlos (el Coliseo con capacidad para 50.000 espectadores -como los estadios del Betis y del Sevilla, aproximadamente, en el que cabe toda la población de Los Palacios y sobran más de 10.000 localidades-, o el anfiteatro de Itálica con 25.000 -como el estadio del Mallorca-).

Entre los ciclos de gladiadores más importantes, destaca el de Trajano, que organizó 123 días de combates para celebrar el regreso de su expedición al Danubio. En él combatieron unos... ¡diez mil hombres!. Un caso excepcional es el del César Lucio Aurelio Cómodo Antonino(3), hijo del emperador filósofo Marco Aurelio, que era tan aficionado a este tipo de espectáculos, que él mismo bajaba con armas a la arena del Coliseo. Se dice que luchó en más de setecientas ocasiones. Evidentemente, tenía mejores armas y siempre estaba en superioridad con respecto a sus oponentes.

Había diversos tipos de gladiadores, en función de las armas que portaran (samnitas, mirmillores, secutores,...). De todos ellos, sobresale el gladiador Espartaco, tracio de nacimiento (4), vivió entre los siglo II y I a.C. Comprado por el capuano (de Capua) Léntulo Batiato, propietario de una escuela de gladiadores, inició una rebelión, que llegó a aglutinar a más de 70.000 personas, todos esclavos, con la intención de sacarlos de Italia y ganar su libertad. Aunque con trabajo, fueron vencidos por la todavía república romana (5).

Naumaquia en el Coliseo

Durante los combates en el anfiteatro, se solían simular batallas históricas e incluso naumaquias (batallas navales), pero esto en muy contadas ocasiones, debido a las dificultades técnicas que entrañaba convertir la arena en el mar y colocar un barco en ella.

Un error común, es creer que la vida del gladiador vencido se salvaba cuando el público levantaba el pulgar hacia arriba y era condenado con el pulgar hacia abajo. El mecanismo era algo diferente. El pulgar hacia abajo significaba que el vencedor debía guardar la espada, por lo que se le perdonaba la vida al oponente. El pulgar en horizontal moviéndose hacia el cuerpo, quería decir que al vencido se le clavaría la espada en el cuello en trayectoria descendente, buscándole el corazón, y obteniendo así un rápido final. No obstante, el índice de muertes en la arena no era tan elevado como el que se piensa, pues solo uno de cada diez gladiadores moría. Además, sobre todo en el Bajo Imperio (desde el siglo III d.C.), únicamente el emperador podía condenar o perdonar la vida a un gladiador.
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Saturno devorando a sus hijos (Goya)
(1) Antiguo pueblo de la Península Itálica, antecedente a los romanos. Ejercieron mucha influencia sobre ellos.
(2) Dios de la mitología romana, identificado con el dios Cronos griego. Hijo del Cielo y la Tierra (Coellus y Tellus), reinó en el lugar de su hermano Titán con la condición de devorar a sus propios hijos. Es padre de Júpiter (Zeus), Plutón (Hades), y otros muchos dioses. Sus fiestas, las saturnales, se celebraban en torno al 17 de diciembre.
(3) Esta afición a combatir, inspiró a Ridley Scott en la película Gladiator. La lucha final, entre el general Máximo Décimo Meridio, y el emperador Cómodo, aunque ficticia, tiene, por tanto, un trasfondo histórico.
(4) Actualmente, la región de Tracia es parte de Bulgaria, Grecia y la Turquía europea.
(5) Sobre Espartaco hay una película protagonizada por Kirk Douglas, y una serie moderna bastante violenta.